La Ilustración y la libertad de expresión La Ilustración fue un periodo histórico que tuvo lugar a lo largo del siglo XVIII en diversos países de Europa. Este movimiento se caracterizó por la defensa de la razón, la tolerancia, la ciencia y el progreso, y tuvo un impacto significativo en la cultura, la política y la sociedad de la época. Uno de los valores fundamentales de la Ilustración fue la libertad de expresión, que se convirtió en un derecho fundamental para los pensadores de la época. La libertad de expresión se entendía como la capacidad de expresar libremente las ideas, la creencia y los pensamientos en cualquier ámbito, ya sea en lo personal como en lo público. Para los ilustrados, la libertad de expresión era esencial para el desarrollo de una sociedad libre e igualitaria. La censura, la opresión y la represión de la libre expresión eran vistos como herramientas de control y dominación que debían ser erradicadas. La defensa de la libertad de expresión se convirtió en un tema central de preocupación para muchos filósofos y pensadores de la Ilustración. Voltaire, por ejemplo, fue uno de los principales defensores de la libertad de expresión y dedicó gran parte de su obra a esta cuestión. Sin embargo, la libertad de expresión no siempre fue respetada durante el periodo de la Ilustración. Los ilustrados se encontraron a menudo con la resistencia de las autoridades y de aquellos que se oponían a la difusión de ciertas ideas. En Francia, por ejemplo, la publicación de libros y pasquines críticos con la monarquía y la iglesia era perseguida y sancionada por la censura real. En otros países como Prusia o Rusia, la libertad de expresión era prácticamente inexistente. No obstante, muchos ilustrados se resistieron a la opresión y lucharon por la libertad de expresión. Diderot, por ejemplo, inició la publicación de la Encyclopédie, una obra que recopilaba los conocimientos y las ideas más importantes de la época y que supuso un hito en la difusión del saber. La lucha por la libertad de expresión no solo se limitó al ámbito literario y cultural, sino que también se extendió al ámbito político. Los ilustrados se interesaron por la política y se implicaron en la lucha por la creación de estados más justos, democráticos e igualitarios. En este sentido, la libertad de expresión se convirtió en un elemento esencial para la creación de una opinión pública crítica e informada. La difusión de las ideas y de las informaciones veraces permitía a la ciudadanía ejercer un control crítico sobre las autoridades y luchar contra los abusos de poder. En resumen, la Ilustración fue un periodo crucial en la lucha por la libertad de expresión. Los pensadores de la época entendieron que la libertad de expresión era fundamental para la creación de una sociedad libre, igualitaria e informada. A pesar de que la libertad de expresión no siempre fue respetada durante el periodo de la Ilustración, muchos ilustrados lucharon por su defensa y difusión. Gracias a estas luchas, se logró avanzar en la creación de una opinión pública crítica e informada, que permitió el ejercicio de un control ciudadano sobre las autoridades. En la actualidad, la libertad de expresión sigue siendo un valor fundamental para la democracia y la justicia social. La Ilustración nos legó una importante herencia en la defensa de la libertad de expresión que sigue siendo relevante en la sociedad contemporánea.

• Referencias:
  • Blanco, E. (2009). La Ilustración y la libertad de expresión. Ensayos filosóficos, 2, 23-37.
  • Encyclopédie ou Dictionnaire raisonné des sciences, des arts et des métiers
  • Voltarie. (1765). Tratado de la tolerancia. Textos filosóficos, 1, 45-57.